• Daniel 10:16

    Pero he aquí que alguien semejante a un hijo del hombre tocó mis labios. Entonces abrí mi boca y hablé; dije a aquel que estaba delante de mí: — Señor mío, junto con la visión me han sobrevenido dolores y no me han quedado fuerzas.

  • Daniel 10:17

    ¿Cómo, pues, podrá el siervo de mi señor hablar con mi señor? Porque desde ahora me faltan las fuerzas y no me ha quedado aliento.

  • Daniel 10:18

    Entonces aquel que era semejante a un hombre me tocó otra vez y me fortaleció.

  • Daniel 10:19

    Y me dijo: — Hombre muy amado, no temas; la paz sea contigo. Esfuérzate y sé valiente. Mientras hablaba conmigo, recobré el vigor y dije: — Hable mi señor, porque me has fortalecido.

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