• Daniel 2:31

    »Tú, oh rey, mirabas y he aquí una gran estatua. Esta estatua, que era muy grande y cuyo brillo era extraordinario, estaba de pie delante de ti; y su aspecto era temible.

  • Daniel 2:32

    La cabeza de esta estatua era de oro fino; su pecho y sus brazos eran de plata; su vientre y sus muslos eran de bronce;

  • Daniel 2:33

    sus piernas eran de hierro; y sus pies en parte eran de hierro y en parte de barro cocido.

  • Daniel 2:34

    Mientras mirabas, se desprendió una piedra, sin intervención de manos. Ella golpeó la estatua en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.

  • Daniel 2:35

    Entonces se desmenuzaron también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro; y se volvieron como el tamo de las eras en verano. El viento se los llevó, y nunca más fue hallado su lugar. Y la piedra que golpeó la estatua se convirtió en una gran montaña que llenó toda la tierra.

  • Daniel 2:36

    »Este es el sueño. Y su interpretación también la diremos en presencia del rey:

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