Explicación, estudio y comentario bíblico de Daniel 2:31-47 verso por verso
»Tú, oh rey, mirabas y he aquí una gran estatua. Esta estatua, que era muy grande y cuyo brillo era extraordinario, estaba de pie delante de ti; y su aspecto era temible.
La cabeza de esta estatua era de oro fino; su pecho y sus brazos eran de plata; su vientre y sus muslos eran de bronce;
sus piernas eran de hierro; y sus pies en parte eran de hierro y en parte de barro cocido.
Mientras mirabas, se desprendió una piedra, sin intervención de manos. Ella golpeó la estatua en sus pies de hierro y de barro cocido, y los desmenuzó.
Entonces se desmenuzaron también el hierro, el barro cocido, el bronce, la plata y el oro; y se volvieron como el tamo de las eras en verano. El viento se los llevó, y nunca más fue hallado su lugar. Y la piedra que golpeó la estatua se convirtió en una gran montaña que llenó toda la tierra.
»Este es el sueño. Y su interpretación también la diremos en presencia del rey:
Tú, oh rey, eres rey de reyes porque el Dios de los cielos te ha dado la realeza, el poder, la fuerza y la majestad.
Todo lugar donde habitan los hijos del hombre, los animales del campo y las aves del cielo, él los ha entregado en tus manos y te ha dado dominio sobre todos ellos. Tú eres aquella cabeza de oro.
Después de ti se levantará otro reino inferior al tuyo, y otro tercer reino de bronce, el cual dominará en toda la tierra.
El cuarto reino será fuerte como el hierro; y como el hierro todo lo desmenuza y pulveriza, y como el hierro despedaza, así desmenuzará y despedazará a todos estos.
Lo que viste de los pies y de los dedos, que en parte eran de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, significa que ese reino estará dividido; pero en él habrá algo de la firmeza del hierro, tal como viste que el hierro estaba mezclado con el barro cocido.
Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, así el reino será en parte fuerte y en parte frágil.
En cuanto a lo que viste, que el hierro estaba mezclado con el barro cocido, se mezclarán por medio de alianzas humanas, pero no se pegarán el uno con el otro, así como el hierro no se mezcla con el barro.
»Y en los días de esos reyes, el Dios de los cielos levantará un reino que jamás será destruido ni será dejado a otro pueblo. Este desmenuzará y acabará con todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre.
De la manera que viste que de la montaña se desprendió una piedra sin intervención de manos, la cual desmenuzó el hierro, el bronce, el barro cocido, la plata y el oro, el gran Dios ha hecho saber al rey lo que ha de acontecer en el porvenir. El sueño es verdadero y su interpretación es fiel.
Entonces el rey Nabucodonosor se postró sobre su rostro y rindió homenaje a Daniel. Mandó que le ofrecieran ofrendas e incienso.
El rey habló a Daniel y le dijo: — Ciertamente el Dios de ustedes es Dios de dioses y Señor de reyes. Él revela los misterios, pues tú pudiste revelar este misterio.