Explicación, estudio y comentario bíblico de Daniel 3:26-28 verso por verso
Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiendo y llamó diciendo: — ¡Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo, salgan y vengan! Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego.
Y se reunieron los sátrapas, los intendentes, los gobernadores y los altos oficiales del rey para mirar a estos hombres; cómo el fuego no se había enseñoreado de sus cuerpos ni se había quemado el cabello de sus cabezas ni sus mantos se habían alterado ni el olor del fuego había quedado en ellos.
Nabucodonosor exclamó diciendo: — Bendito sea el Dios de Sadrac, de Mesac y de Abed-nego, que envió a su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él y desobedecieron el mandato del rey; pues prefirieron entregar sus cuerpos antes que rendir culto o dar homenaje a cualquier dios, aparte de su Dios.