• Daniel 4:27

    Por tanto, oh rey, que te sea grato mi consejo, y rompe con tus pecados mediante la práctica de la justicia, y con tus iniquidades mediante obras de misericordia para con los pobres. Tal vez esto resulte en la prolongación de tu tranquilidad.

  • Daniel 4:28

    Todo aquello le sobrevino al rey Nabucodonosor.

  • Daniel 4:29

    Al final de doce meses, mientras se paseaba sobre la terraza del palacio real de Babilonia,

  • Daniel 4:30

    dijo el rey: “¿No es esta la gran Babilonia que yo edifiqué como residencia real, con la fuerza de mi poder y para la gloria de mi majestad?”.

  • Daniel 4:31

    Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando descendió una voz del cielo: “A ti se te dice, oh rey Nabucodonosor, que el reino ha sido quitado de ti.

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