Explicación, estudio y comentario bíblico de Daniel 5:17-31 verso por verso
Entonces Daniel respondió delante del rey y dijo: — Tus regalos sean para ti y tus presentes dalos a otro. Sin embargo, yo leeré la escritura al rey y daré a conocer su interpretación.
El Dios Altísimo, oh rey, dio a tu padre Nabucodonosor la realeza, la grandeza, la majestad y el esplendor.
Y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y temían delante de él. Mataba al que quería y concedía la vida al que quería. Engrandecía al que quería y al que quería humillaba.
Pero cuando su corazón se enalteció y su espíritu se endureció con arrogancia, fue depuesto de su trono real y su majestad le fue quitada.
Fue echado de entre los hijos del hombre. Su corazón fue hecho semejante al de los animales y con los asnos monteses estaba su morada. Le daban de comer hierba, como a los bueyes, y su cuerpo era mojado con el rocío del cielo, hasta que reconoció que el Dios Altísimo es Señor del reino de los hombres y que levanta sobre él a quien quiere.
»Pero tú, su hijo Belsasar, a pesar de que sabías todo esto, no has humillado tu corazón.
Más bien, te has levantado contra el Señor de los cielos y has hecho traer a tu presencia los utensilios de su templo. En ellos han bebido vino tú, tus nobles, tus mujeres y tus concubinas. Además de esto, has alabado a los dioses de plata, de oro, de bronce, de hierro, de madera y de piedra, que no ven ni oyen ni entienden. Pero no has honrado al Dios en cuya mano está tu vida y a quien pertenecen todos tus caminos.
Entonces de su presencia fue enviada la mano que grabó esta escritura.
»La escritura que grabó dice: MENE, MENE TEQUEL U PARSIN.
Y esta es la interpretación del asunto: MENE: Dios ha contado tu reino y le ha puesto fin.
TEQUEL: Pesado has sido en balanza y has sido hallado falto.
PARSIN: Tu reino ha sido dividido, y será dado a los medos y a los persas.
Entonces, por mandato de Belsasar, vistieron a Daniel de púrpura y en su cuello fue puesto un collar de oro. Y proclamaron que él era el tercer señor en el reino.
Aquella misma noche fue muerto Belsasar, rey de los caldeos.
Y Darío el medo tomó el reino siendo de sesenta y dos años.