Explicación, estudio y comentario bíblico de Daniel 5:8-16 verso por verso
Acudieron todos los sabios del rey, pero no pudieron leer la escritura ni dar a conocer al rey su interpretación.
Entonces el rey Belsasar se turbó muchísimo y se puso pálido. Sus nobles estaban desconcertados.
Debido a las palabras del rey y de sus nobles, entró la reina a la sala del banquete. Y la reina habló y dijo: — ¡Oh rey, para siempre vivas! No te turben tus pensamientos ni te pongas pálido.
En tu reino hay un hombre en quien mora el espíritu de los dioses santos. En los días de tu padre, se halló en él luz, entendimiento y sabiduría, como la sabiduría de los mismos dioses. A él, tu padre, el rey Nabucodonosor, constituyó como jefe de los magos, los encantadores, los caldeos y los adivinos;
por cuanto fueron hallados en él, es decir, en este Daniel, excelencia de espíritu, conocimiento, entendimiento, interpretación de sueños, revelación de enigmas y solución de problemas. El rey le puso por nombre Beltesasar. ¡Que Daniel sea llamado y él declarará la interpretación!
Entonces Daniel fue llevado a la presencia del rey, y el rey dijo a Daniel: — ¿Eres tú aquel Daniel, uno de los cautivos de Judá, que el rey mi padre trajo de Judá?
He oído de ti, que el espíritu de los dioses santos está en ti, y que en ti se ha hallado luz, entendimiento y mayor sabiduría.
Ahora han sido traídos a mi presencia los sabios y los encantadores, para que leyeran esta escritura y me dieran a conocer su interpretación; pero no han podido declarar la interpretación del asunto.
Yo, pues, he oído de ti que puedes interpretar sueños y resolver problemas. Si ahora puedes leer esta escritura y me das a conocer su interpretación, serás vestido de púrpura, tendrás un collar de oro en tu cuello y gobernarás como tercero en el reino.