Explicación, estudio y comentario bíblico de Daniel 9:5-11 verso por verso
Hemos pecado; hemos hecho iniquidad; hemos actuado impíamente; hemos sido rebeldes y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus decretos.
No hemos obedecido a tus siervos los profetas que en tu nombre han hablado a nuestros reyes, a nuestros gobernantes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.
Tuya es, oh Señor, la justicia; y nuestra es la vergüenza del rostro, como en el día de hoy; de los hombres de Judá, de los habitantes de Jerusalén, de todo Israel, de los de cerca y de los de lejos, en todas las tierras a donde los has echado a causa de su rebelión con que se han rebelado contra ti.
Oh Señor, nuestra es la vergüenza del rostro; de nuestros reyes, de nuestros gobernantes y de nuestros padres; porque hemos pecado contra ti.
Del Señor nuestro Dios son el tener misericordia y el perdonar, aunque nos hemos rebelado contra él,
y no hemos obedecido la voz del SEÑOR nuestro Dios, para andar en sus leyes, las cuales él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas.
Todo Israel ha transgredido tu ley, apartándose para no escuchar tu voz. Por ello han sido derramados sobre nosotros la maldición y el juramento que están escritos en la ley de Moisés, siervo de Dios, porque hemos pecado contra él.