Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 1:11-24 verso por verso
¡El SEÑOR, Dios de sus padres, los multiplique mil veces más, y los bendiga como les ha prometido!
Pero, ¿cómo podré llevar yo solo sus preocupaciones, sus cargas y sus pleitos?
Provean entre sus tribus de hombres sabios, entendidos y experimentados, para que yo los ponga como sus jefes’.
Ustedes me respondieron y dijeron: ‘Está bien hacer lo que has dicho’.
Entonces tomé a los jefes de sus tribus, hombres sabios y experimentados, y los puse como sus jefes; como jefes de mil, jefes de cien, jefes de cincuenta, jefes de diez y como oficiales de sus tribus.
En aquel tiempo mandé a sus jueces diciendo: ‘Oigan la causa de sus hermanos y juzguen con justicia entre un hombre y su hermano o el forastero que está con él.
No hagan distinción de personas en el juicio; oirán tanto al pequeño como al grande. No tengan temor de nadie, porque el juicio es de Dios. Pero la causa que les sea difícil la traerán a mí, y yo la oiré’.
Les mandé, pues, en aquel tiempo todo lo que tenían que hacer.
“Partimos de Horeb y fuimos por aquel desierto grande y terrible que han visto, dirigiéndonos a la región montañosa de los amorreos, como el SEÑOR nuestro Dios nos había mandado; y llegamos hasta Cades-barnea.
Entonces les dije: ‘Han llegado a la región montañosa de los amorreos, la cual nos da el SEÑOR nuestro Dios.
Mira, el SEÑOR tu Dios te ha entregado la tierra que está delante de ti. Sube y tómala en posesión, como el SEÑOR, Dios de tus padres, te ha dicho. ¡No temas ni desmayes!’.
“Todos ustedes se acercaron a mí y dijeron: ‘Enviemos delante de nosotros hombres que nos reconozcan la tierra y nos traigan información acerca del camino por donde hemos de ir y de las ciudades a las que habremos de llegar’.
Me pareció bien lo dicho, y tomé a doce hombres de ustedes, un hombre por tribu.
Ellos se dirigieron y subieron a la región montañosa; llegaron hasta el arroyo de Escol y reconocieron la tierra.