Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 11:1-9 verso por verso
“Amarás, pues, al SEÑOR tu Dios y guardarás su ordenanza, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días.
“Hoy ustedes deben reconocer — no sus hijos que no la han conocido ni visto — la disciplina del SEÑOR su Dios: su grandeza, su mano poderosa y su brazo extendido,
sus señales y sus obras que hizo en medio de Egipto al faraón rey de Egipto y a toda su tierra,
y lo que hizo al ejército de Egipto, a sus caballos y a sus carros, cómo hizo que las aguas del mar Rojo se precipitaran sobre ellos cuando venían tras ustedes, y cómo el SEÑOR los destruyó hasta el día de hoy,
y lo que ha hecho con ustedes en el desierto hasta que han llegado a este lugar,
y lo que hizo con Datán y Abiram, hijos de Eliab hijo de Rubén, cómo la tierra abrió su boca y los tragó a ellos, a sus familias, sus tiendas y todo lo que les pertenecía en medio de todo Israel.
Ciertamente son sus ojos los que han visto toda la gran obra que el SEÑOR ha hecho.
“Por tanto, guarden todos los mandamientos que yo les mando hoy, para que sean fuertes y lleguen a tomar la tierra a la cual cruzan para tomarla en posesión;
a fin de que prolonguen sus días en la tierra que el SEÑOR juró a sus padres que les daría a ellos y a sus descendientes: una tierra que fluye leche y miel.