Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 11:13-26 verso por verso
“Sucederá que si obedecen cuidadosamente mis mandamientos que hoy les mando, para amar al SEÑOR su Dios y para servirle con todo su corazón y con toda su alma,
entonces él dará la lluvia a la tierra de ustedes en su tiempo, tanto la lluvia temprana como la lluvia tardía. Así podrás recoger tu grano, tu vino y tu aceite.
Él dará también hierba en tu campo para tu ganado. Así comerás y te saciarás.
“Guárdense, pues, no sea que su corazón se engañe y se aparten y sirvan a otros dioses, y se inclinen a ellos.
No sea que se encienda el furor del SEÑOR contra ustedes y cierre los cielos y no haya lluvia, ni la tierra dé su fruto, y perezcan rápidamente sobre la buena tierra que el SEÑOR les da.
“Por tanto, pondrán estas palabras mías en su corazón y en su alma. Las atarán a su mano como señal, y estarán como frontales entre sus ojos.
Las enseñarán a sus hijos, hablando de ellas sentado en tu casa o andando por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
Las escribirás en los postes de tu casa y en las puertas de tus ciudades,
para que sus días y los días de sus hijos sobre la tierra que el SEÑOR juró a sus padres que les había de dar, sean tan numerosos como los días de los cielos sobre la tierra.
“Porque si guardan cuidadosamente todos estos mandamientos que yo les mando para que los cumplan, amando al SEÑOR su Dios, andando en todos sus caminos y siendo fieles a él,
entonces el SEÑOR también echará todas estas naciones de delante de ustedes, y desalojarán naciones más grandes y más poderosas que ustedes.
Todo lugar que pise la planta de su pie será de ustedes. Su territorio será desde el desierto hasta el Líbano, y desde el río, el río Éufrates, hasta el mar occidental.
Nadie prevalecerá ante ustedes. El SEÑOR su Dios pondrá miedo y pavor de ustedes sobre la faz de toda la tierra que pisen, como él se lo ha prometido.
“Mira, pues; yo pongo hoy delante de ustedes la bendición y la maldición: