Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 15:7-15 verso por verso
“Cuando uno de tus hermanos esté necesitado en alguna de tus ciudades en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no endurecerás tu corazón ni le cerrarás tu mano a tu hermano necesitado.
Le abrirás tu mano con liberalidad, y sin falta le prestarás lo que necesite.
“Guárdate de que no haya en tu corazón pensamiento perverso, para decir: ‘Está cerca el año séptimo, el año de la remisión’, y mires malévolamente a tu hermano necesitado para no darle nada. Porque él clamará contra ti al SEÑOR, y será hallado en ti pecado.
Sin falta le darás, y no tenga dolor tu corazón por hacerlo, porque por ello te bendecirá el SEÑOR tu Dios en todas tus obras y en todo lo que emprenda tu mano.
Porque no faltarán necesitados en medio de la tierra; por eso, yo te mando diciendo: Abrirás tu mano ampliamente a tu hermano, al que es pobre y al que es necesitado en tu tierra.
“Si tu hermano hebreo, hombre o mujer, se vende a ti, te servirá seis años, y al séptimo lo dejarás ir libre de ti.
Cuando lo dejes ir libre, no lo dejarás ir con las manos vacías.
Le proveerás generosamente de tus ovejas, de tu era y de tu lagar. Le darás de aquello con que el SEÑOR tu Dios te haya bendecido.
Te acordarás de que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, y que el SEÑOR tu Dios te rescató. Por eso, yo te mando esto hoy.