Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 17:1-11 verso por verso
“No sacrificarás para el SEÑOR tu Dios un toro o un cordero en el cual haya defecto o alguna cosa mala, porque es abominación al SEÑOR tu Dios.
“Cuando se halle en medio de ti, en alguna de las ciudades que el SEÑOR tu Dios te da, un hombre o una mujer que hace lo malo ante los ojos del SEÑOR tu Dios, traspasando su pacto;
si se ha ido a servir a otros dioses, inclinándose a ellos, o al sol, a la luna o a todo el ejército de los cielos (lo cual yo no he mandado);
cuando te avisen, después de que lo oigas, entonces lo averiguarás bien. Y he aquí que si resulta ser verdad y cosa confirmada que se ha hecho tal abominación en Israel,
entonces sacarás a las puertas de la ciudad a aquel hombre o a aquella mujer que ha hecho esta cosa mala y los apedrearás. Así morirán.
“Por el testimonio de dos o tres testigos morirá el que deba morir. No morirá por el testimonio de un solo testigo.
La mano de los testigos será la primera contra él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo. Así quitarás el mal de en medio de ti.
“Cuando te sea difícil decidir en un juicio en tus tribunales, ya sea en asuntos de homicidio o de derechos o de ofensas físicas o en otros casos legales, entonces te levantarás y subirás al lugar que el SEÑOR tu Dios haya escogido.
Irás a los sacerdotes levitas y al juez que haya en aquellos días y consultarás. Ellos te indicarán la sentencia del juicio.
“Harás según la sentencia que te indiquen en aquel lugar que el SEÑOR haya escogido, y tendrás cuidado de hacer según todo lo que te declaren.
Harás según las instrucciones con que ellos te instruyan y según el juicio que pronuncien. No te apartarás de la sentencia que te indiquen ni a la derecha ni a la izquierda.