Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 2:1-8 verso por verso
“Entonces nos volvimos y partimos hacia el desierto, rumbo al mar Rojo, como el SEÑOR me había dicho; y rodeamos por muchos días la región montañosa de Seír.
Y el SEÑOR me habló diciendo:
‘Bastante tiempo han rodeado estos montes; diríjanse hacia el norte.
Manda al pueblo diciendo: Cuando ustedes pasen por el territorio de sus hermanos, los hijos de Esaú que habitan en Seír, ellos tendrán miedo de ustedes. Pero guárdense mucho;
no contiendan con ellos. Yo no les daré de su tierra ni aun la huella de la planta de un pie, porque he dado a Esaú como posesión la región montañosa de Seír.
Les comprarán con dinero los alimentos que coman. También, adquirirán de ellos con dinero el agua que beban’.
El SEÑOR tu Dios te ha bendecido en toda la obra de tus manos. Él conoce tu caminar por este gran desierto. El SEÑOR tu Dios ha estado contigo estos cuarenta años, y ninguna cosa te ha faltado.
“Pasamos de largo a nuestros hermanos, los hijos de Esaú que habitan en Seír, por el camino del Arabá de Eilat y de Ezión-geber, y cambiando de dirección nos dirigimos rumbo al desierto de Moab.