Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 2:16-37 verso por verso
“Aconteció que cuando finalmente murieron todos los hombres de guerra de entre el pueblo,
el SEÑOR me habló diciendo:
‘Tú pasarás hoy por el territorio de Moab, es decir, de Ar,
y te acercarás a los hijos de Amón. Pero no los molestes ni contiendas con ellos, porque no te he de dar posesión en la tierra de los hijos de Amón. La he dado como posesión a los hijos de Lot’.
(También esta tierra fue considerada tierra de los refaítas. En otro tiempo habitaron en ella los refaítas, pero los amonitas los llamaban zomzomeos.
Estos eran un pueblo grande y numeroso; eran altos como los anaquitas. A estos destruyó el SEÑOR delante de los amonitas que los sucedieron y habitaron en su lugar,
como hizo también con los horeos, a los cuales destruyó delante de los hijos de Esaú que habitan en Seír, quienes sucedieron a aquellos y han habitado en su lugar, hasta el día de hoy.
De la misma manera, los caftoreos que habían salido de Caftor destruyeron a los aveos que vivían en aldeas hasta Gaza, y habitaron en su lugar).
‘Levántense, partan y crucen el río Arnón. Mira, yo he entregado en tu mano a Sejón el amorreo, rey de Hesbón, y su tierra. Comienza a tomar posesión de ella y contiende con él en guerra.
Hoy comenzaré a infundir miedo y temor de ti entre los pueblos debajo de todo el cielo. Ellos oirán tu fama, y temblarán y se estremecerán a causa de ti’.
“Desde el desierto de Cademot envié mensajeros a Sejón, rey de Hesbón, con un mensaje de paz, diciendo:
‘Déjame pasar por tu tierra. Iré solo por el camino. No me apartaré ni a la derecha ni a la izquierda.
Me venderás por dinero la comida que yo coma, y me darás por dinero el agua que yo beba. Solamente permíteme pasar a pie,
como hicieron conmigo los hijos de Esaú que habitan en Seír y los moabitas que habitan en Ar, hasta que yo cruce el Jordán hacia la tierra que el SEÑOR nuestro Dios nos da’.
Pero Sejón, rey de Hesbón, no quiso que pasáramos por su territorio, porque el SEÑOR tu Dios había endurecido su espíritu y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como en el día de hoy.
“Entonces me dijo el SEÑOR: ‘Mira, yo he comenzado a entregar delante de ti a Sejón y su tierra. Comienza a tomar posesión de su tierra’.
“Sejón salió a nuestro encuentro, él con todo su pueblo, para combatir en Jahaz.
Pero el SEÑOR nuestro Dios lo entregó delante de nosotros, y lo matamos a él, a sus hijos y a todo su pueblo.
En aquel tiempo tomamos todas sus ciudades y las destruimos por completo. No dejamos ningún sobreviviente de los hombres, las mujeres y los niños.
Solo tomamos para nosotros los animales y el botín de las ciudades que capturamos
desde Aroer, que está en la ribera del río Arnón, y la ciudad que está en el valle, hasta Galaad. No hubo ciudad que fuera demasiado fuerte para nosotros; el SEÑOR nuestro Dios las entregó todas delante de nosotros.
Solamente no te acercaste a la tierra de los hijos de Amón ni a todo lo que está junto al río Jaboc ni a las ciudades de la región montañosa, según todo lo que el SEÑOR nuestro Dios nos había mandado.