Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 2:30-37 verso por verso
Pero Sejón, rey de Hesbón, no quiso que pasáramos por su territorio, porque el SEÑOR tu Dios había endurecido su espíritu y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como en el día de hoy.
“Entonces me dijo el SEÑOR: ‘Mira, yo he comenzado a entregar delante de ti a Sejón y su tierra. Comienza a tomar posesión de su tierra’.
“Sejón salió a nuestro encuentro, él con todo su pueblo, para combatir en Jahaz.
Pero el SEÑOR nuestro Dios lo entregó delante de nosotros, y lo matamos a él, a sus hijos y a todo su pueblo.
En aquel tiempo tomamos todas sus ciudades y las destruimos por completo. No dejamos ningún sobreviviente de los hombres, las mujeres y los niños.
Solo tomamos para nosotros los animales y el botín de las ciudades que capturamos
desde Aroer, que está en la ribera del río Arnón, y la ciudad que está en el valle, hasta Galaad. No hubo ciudad que fuera demasiado fuerte para nosotros; el SEÑOR nuestro Dios las entregó todas delante de nosotros.
Solamente no te acercaste a la tierra de los hijos de Amón ni a todo lo que está junto al río Jaboc ni a las ciudades de la región montañosa, según todo lo que el SEÑOR nuestro Dios nos había mandado.