Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 20:10-18 verso por verso
“Cuando te acerques a una ciudad para combatir contra ella, le propondrás la paz.
Si te responde con paz y te abre sus puertas, toda la gente que se halla en ella te rendirá tributo laboral, y ellos te servirán.
Pero si no hace la paz contigo, sino que te hace la guerra, entonces la sitiarás.
Cuando el SEÑOR tu Dios la entregue en tu mano, matarás a filo de espada a todos sus varones.
Solamente las mujeres, los niños, los animales y todo lo que haya en la ciudad, todo su botín, podrás tomar para ti y comer del botín de tus enemigos que el SEÑOR tu Dios te entregó.
Harás esto con todas las ciudades que estén muy distantes de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones de aquí.
Pero en las ciudades de estos pueblos que el SEÑOR tu Dios te da por heredad, no dejarás con vida a ninguna persona.
Los destruirás completamente, como el SEÑOR tu Dios te ha mandado: heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos.
De esta manera no les enseñarán a imitar todas las abominaciones que ellos hacen para sus dioses, de modo que pequen contra el SEÑOR su Dios.