Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 24:10-22 verso por verso
“Cuando des a tu prójimo algún préstamo, no entres en su casa para tomarle prenda.
Te quedarás fuera, y el hombre a quien prestaste te sacará fuera la prenda.
Y si es hombre pobre, no pases la noche con su prenda.
Sin falta le devolverás la prenda cuando el sol se ponga, para que se acueste con su ropa y te bendiga. Y te será contado por justicia delante del SEÑOR tu Dios.
“No explotes al jornalero pobre y necesitado, tanto de entre tus hermanos como de entre los forasteros que estén en tu tierra, en tus ciudades.
En su día le darás su jornal. No se ponga el sol antes de que se lo des, pues él es pobre, y su alma lo espera con ansiedad. No sea que él clame al SEÑOR contra ti, y en ti sea hallado pecado.
“Los padres no serán muertos por culpa de los hijos ni los hijos serán muertos por culpa de los padres; sino que cada cual será muerto por su propio pecado.
“No torcerás el derecho del forastero o del huérfano ni tomarás en prenda la ropa de la viuda.
Más bien, acuérdate de que fuiste esclavo en Egipto y que de allí te rescató el SEÑOR tu Dios. Por eso yo te mando que hagas esto.
“Cuando siegues tu mies en tu campo y olvides en el campo una gavilla, no regresarás para tomarla. Será para el forastero, para el huérfano y para la viuda; a fin de que el SEÑOR tu Dios te bendiga en toda la obra de tus manos.
Cuando varees tu olivo, no vuelvas a golpearlo detrás de ti; será para el forastero, para el huérfano y para la viuda.
Cuando vendimies tu viña, no la rebusques; será para el forastero, para el huérfano y para la viuda.
Acuérdate de que fuiste esclavo en la tierra de Egipto; por eso yo te mando que hagas esto.