Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 29:18-23 verso por verso
No sea que haya entre ustedes hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy del SEÑOR nuestro Dios para ir a rendir culto a los dioses de aquellas naciones. No sea que haya entre ustedes una raíz que produzca una hierba venenosa y ajenjo,
y que al oír las palabras de este compromiso solemne, se bendiga a sí mismo en su corazón, diciendo: ‘Yo tendré paz, aunque ande en la dureza de mi corazón’, de modo que arrase la tierra regada junto con la sedienta.
“El SEÑOR no estará dispuesto a perdonarlo sino que subirán entonces cual humo el furor y el celo del SEÑOR contra ese hombre, y sobre él se asentarán todas las imprecaciones escritas en este libro. El SEÑOR borrará su nombre de debajo del cielo.
Él lo apartará para mal de entre todas las tribus de Israel, conforme a todas las imprecaciones del pacto escritas en este libro de la ley.
“La generación futura, sus hijos que se levantarán después de ustedes y el extranjero que vendrá de tierras lejanas, cuando vean las plagas de aquella tierra y las enfermedades que el SEÑOR habrá hecho brotar en ella, dirán:
‘Toda su tierra está quemada con azufre y sal. No puede ser sembrada ni producirá; y en ella no crecerá ninguna planta, como cuando fueron trastornadas Sodoma, Gomorra, Adma y Zeboím, las cuales el SEÑOR destruyó en su ira y su furor’.