Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 3:1-8 verso por verso
“Después nos volvimos y subimos rumbo a Basán. Entonces Og, rey de Basán, salió a nuestro encuentro con todo su pueblo para combatir en Edrei.
Y el SEÑOR me dijo: ‘No le tengas miedo, porque en tu mano he entregado a él, a todo su pueblo y su tierra. Tú harás con él como hiciste con Sejón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón’.
“También el SEÑOR nuestro Dios entregó en nuestra mano a Og, rey de Basán, y a todo su pueblo, al cual matamos hasta no dejarle ningún sobreviviente.
Y tomamos entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomáramos: sesenta ciudades, toda la tierra de Argob del reino de Og en Basán.
Todas estas ciudades estaban fortificadas con altas murallas, con puertas y cerrojos, sin contar las muchísimas aldeas sin muros.
Como hicimos con Sejón rey de Hesbón, destruimos por completo en toda ciudad a los hombres, a las mujeres y a los niños.
Solo tomamos para nosotros todos los animales y el botín de las ciudades.
“En aquel tiempo tomamos la tierra desde el río Arnón hasta el monte Hermón, de mano de los dos reyes amorreos que estaban establecidos al otro lado del Jordán.