Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 32:26-33 verso por verso
Yo dije: Yo los dispersaría; haría cesar su memoria de entre los hombres,
si no temiera la saña del enemigo, y que sus adversarios entiendan mal. No sea que ellos digan: Nuestra mano enaltecida hizo todo esto, y no el SEÑOR’.
“Son un pueblo al cual le falta juicio; no hay en ellos entendimiento.
Si fueran sabios, entenderían esto; comprenderían cuál sería su final.
¿Cómo podrá perseguir uno a mil? ¿Cómo harán huir dos a diez mil, si su Roca no los hubiera vendido, si el SEÑOR no los hubiera entregado?
La roca de ellos no es como nuestra Roca; nuestros mismos enemigos lo han de reconocer.
La vid de ellos proviene de la vid de Sodoma, y de los campos de Gomorra. Sus uvas son uvas venenosas; sus racimos son amargos.
Su vino es veneno de serpientes y veneno cruel de cobras.