Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 32:5-9 verso por verso
La corrupción no es suya; de sus hijos es la mancha, generación torcida y perversa.
¿Así pagan al SEÑOR, pueblo necio e insensato? ¿Acaso no es él tu Padre, tu Creador, quien te hizo y te estableció?
“Acuérdate de los días antiguos; considera los años de muchas generaciones. Pregunta a tu padre, y él te declarará; a tus ancianos, y ellos te dirán.
Cuando el Altísimo repartió heredades a las naciones, cuando separó a los hijos del hombre, estableció las fronteras de los pueblos según el número de los hijos de Israel.
Porque la porción del SEÑOR es su pueblo; Jacob es la parcela de su heredad.