Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 4:15-31 verso por verso
“Por tanto, tengan mucho cuidado de ustedes mismos, pues ninguna imagen vieron el día que el SEÑOR les habló en Horeb de en medio del fuego.
No sea que se corrompan y se hagan imágenes, o semejanza de cualquier figura, sea en forma de hombre o de mujer,
ni en forma de cualquier animal que esté en la tierra, ni en forma de cualquier ave alada que vuele en los cielos,
ni en forma de cualquier animal que se desplace sobre la tierra, ni en forma de cualquier pez que haya en las aguas debajo de la tierra.
No sea que al alzar tus ojos al cielo y al ver el sol, la luna y las estrellas, es decir, todo el ejército del cielo, seas desviado a postrarte ante ellos y a rendir culto a cosas que el SEÑOR tu Dios ha asignado a todos los pueblos de debajo del cielo.
Pero a ustedes el SEÑOR los ha tomado y los ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que sean pueblo de su heredad como en el día de hoy.
“El SEÑOR se airó contra mí por causa de las palabras de ustedes, y juró que yo no cruzaría el Jordán ni entraría en la buena tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad.
Así que yo voy a morir en esta tierra. Yo no cruzaré el Jordán, pero ustedes sí lo cruzarán y tomarán posesión de aquella buena tierra.
Cuídense, pues, no sea que olviden el pacto del SEÑOR su Dios, que él ha establecido con ustedes, y le hagan imágenes o cualquier semejanza, como te ha prohibido el SEÑOR tu Dios.
Porque el SEÑOR tu Dios es fuego consumidor, un Dios celoso.
“Cuando hayan engendrado hijos y nietos, y hayan envejecido en la tierra, y se corrompan, y hagan imágenes o cualquier semejanza, y hagan lo malo ante los ojos del SEÑOR tu Dios, enojándolo,
yo pongo hoy por testigos a los cielos y a la tierra, que pronto perecerán totalmente en la tierra hacia la cual cruzan el Jordán para tomar posesión de ella. No permanecerán largo tiempo en ella, sino que serán completamente destruidos.
El SEÑOR los esparcirá entre los pueblos, y quedarán pocos en número entre las naciones a las cuales los llevará el SEÑOR.
Allí servirán a dioses de madera y de piedra, que no ven ni oyen ni comen ni huelen, hechos por manos de hombres.
Pero cuando desde allí busques al SEÑOR tu Dios, lo hallarás, si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma.
En los postreros días, cuando estés en angustia y te sucedan todas estas cosas, volverás al SEÑOR tu Dios y obedecerás su voz.
Porque el SEÑOR tu Dios es Dios misericordioso; no te abandonará ni te destruirá ni se olvidará del pacto que juró a tus padres.