• Deuteronomio 5:22

    “Estas palabras habló el SEÑOR a gran voz a toda su congregación en el monte, de en medio del fuego, de la nube y de la oscuridad, y no añadió más. Luego las escribió en dos tablas de piedra, y me las dio a mí.

  • Deuteronomio 5:23

    “Aconteció que cuando oyeron la voz de en medio de las tinieblas, mientras el monte ardía en fuego, se acercaron a mí todos los jefes de sus tribus y sus ancianos.

  • Deuteronomio 5:24

    Entonces dijeron: ‘He aquí, el SEÑOR nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza, y hemos oído su voz de en medio del fuego. En este día hemos visto que Dios habla al hombre, y que este puede quedar vivo.

  • Deuteronomio 5:25

    Pero, ¿por qué hemos de morir, ya que este gran fuego nos consumirá? Si volvemos a oír la voz del SEÑOR nuestro Dios, moriremos.

  • Deuteronomio 5:26

    Porque, ¿quién es el ser humano para que oiga, como nosotros, la voz del Dios vivo que habla de en medio del fuego, y aún viva?

  • Deuteronomio 5:27

    Acércate tú, y escucha todo lo que dice el SEÑOR nuestro Dios. Luego tú nos dirás todo lo que el SEÑOR nuestro Dios te haya dicho, y nosotros lo escucharemos y lo pondremos por obra’.

  • Deuteronomio 5:28

    “El SEÑOR oyó las palabras de ustedes cuando me hablaban, y me dijo: ‘He oído las palabras que te ha hablado este pueblo. Está bien todo lo que han dicho.

  • Deuteronomio 5:29

    ¡Oh, si tuvieran tal corazón que me temieran y guardaran todos mis mandamientos todos los días, para que les fuera bien a ellos y a sus hijos para siempre!

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