Explicación, estudio y comentario bíblico de Deuteronomio 9:6-13 verso por verso
“Sabrás, pues, que no es por tu justicia que el SEÑOR tu Dios te da esta buena tierra para que la tomes en posesión, puesto que tú eres un pueblo de dura cerviz.
Acuérdate; no te olvides que en el desierto provocaste a ira al SEÑOR tu Dios. Han sido rebeldes para con el SEÑOR desde el día en que salieron de la tierra de Egipto, hasta que llegaron a este lugar.
“Ustedes provocaron a ira al SEÑOR en Horeb, y el SEÑOR se airó tanto contra ustedes como para destruirlos.
Cuando subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que el SEÑOR hizo con ustedes, estuve en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer pan ni beber agua.
Y el SEÑOR me dio las dos tablas de piedra escritas con el dedo de Dios. En ellas estaban todas las palabras que el SEÑOR les había hablado en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea.
Sucedió que, al final de los cuarenta días y cuarenta noches, el SEÑOR me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto.
Y me dijo el SEÑOR: ‘Levántate, desciende pronto de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido. Se han apartado rápidamente del camino que yo les mandé, y se han hecho una imagen de fundición’.
“El SEÑOR me habló diciendo: ‘Yo he visto a este pueblo, y he aquí que es un pueblo de dura cerviz.