La expresión de gratitud a Dios por Sus beneficios dados; en el AT se ofrecían sacrificios en acción de gracias (Levítico 7:12-13; Levítico 22:29, etc.). En la ofrenda de acción de gracias, que era un sacrificio de paz, no se contemplaba la cuestión del pecado; el adorador daba gracias a Dios por Sus bendiciones otorgadas; no era para alcanzar la paz, sino que, en paz con Dios, le ofrecía sacrificio en gozo y gratitud. (Ver SACRIFICIO.) En el NT se acentúa el llamado a la acción de gracias en todo (Efesios 5:4, Efesios 5:20; cp. Romanos 8:28); las mismas peticiones deben ser hechas con acciones de gracias (Filemón 4:6), conscientes de «cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta» (Romanos 12:2), y aceptando la acción de Dios de enseñamos a vivir mirando más allá de las circunstancias, reposando en Él (Filemón 4:12). La acción de gracias tiene como base el conocimiento de la aceptación por parte de Dios de quien a Él se allega por medio de Jesucristo, mediante Su obra consumada en la cruz; y por la multiforme gracia de Dios que fluye libremente en base a esta reconciliación efectuada por el Señor Jesucristo.