(griego, «azumos», denotando sin levadura, y en hebreo «matz-tzah'»).
Eran unas tortas planas de pan, carentes de levadura; se mencionan por vez primera en la visita de los tres varones a Abraham (Génesis 19:3). En la institución de la Pascua y de la fiesta que seguía de siete días, se prohibe totalmente la presencia de levadura en las casas (Éxodo 12:8, Éxodo 12:15-21). Estaban ordenadas en todas las ofrendas en las que entraba el pan (Levítico 2:11-12), tipificando la ausencia de toda corrupción en el sacrificio, figura del de Cristo, a excepción de la ofrenda de paces ordenada en Levítico 7:13, de acción de gracias, donde se acepta la persona imperfecta del adorador.
A todo lo largo de las Escrituras, la levadura simboliza iniquidad; es por esto que, siguiendo el tipo de la fiesta de los ácimos, somos exhortados a celebrar la fiesta no con levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad (1 Corintios 5:8). (Ver LEVADURA, PASCUA, PAN, PAN DE LA PROPOSICIÓN)