(heb. «Iaanah»; gr. «apsinthos»).
Aparece en las Escrituras sólo en sentido metafórico. Se compara el volverse a la idolatría con una raíz que da hiel y ajenjo (Dt. 29:18). Los había que convertían el juicio en ajenjo; esto alude probablemente a los jueces injustos (Am. 5:7). Debido a la maldad de Su pueblo, Dios iba a darles ajenjo como comida, y hiel como bebida (Jer. 9:15; 23:15). Jeremías, al lamentarse de la condición de Israel, la comparó a estar bebida con ajenjo. Al sonar la tercera trompeta del Apocalipsis, cayó del cielo una estrella llamada Ajenjo, convirtiendo en ajenjo la tercera parte de las aguas de la tierra, causando la muerte de muchos (Ap. 8:10, 11). Hay varias especies en Palestina: la «Artemisia absinthium» y la «A. chinensis» son el ajenjo comercial.