Más bien se trataba de una especie de abejas silvestres. Dios las utilizo para hostigar con ellas a los moradores de CanaAn con sus dolorosas picaduras (Éxodo 23:28; Deuteronomio 7:20). Hacian sus colmenas en las hendiduras de las rocas y en los bosques, lo que bien ilustra la descripcion de la tierra como «tierra que fluye leche y miel» (Deuteronomio 11:9, etc.).