También recibe el nombre de MISTERIO, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA (Ap. 17:5). Se alude aquí a un gran sistema religioso con el que los reyes de la tierra han tenido una relación ilegítima, y con el que se han enriquecido los mercaderes de la tierra. Un sistema que se ha hecho culpable del derramamiento de la sangre de los mártires de Jesús. Es comparado con una mujer vestida de púrpura y escarlata, y adornada con oro y piedras preciosas y perlas, con una copa en su mano, llena de abominaciones y suciedad de su fornicación. Una referencia a la cristiandad sin Cristo que será el resultado culminante de la gran apostasía, y que será juzgada implacablemente por Dios: la antiiglesia, cuyo espíritu se ha manifestado en diversas maneras a lo largo de la historia, y que se materializará abiertamente en los últimos días. El cielo, los apóstoles y profetas, son llamados a regocijarse por la asegurada destrucción de este seductor sistema destructor de las almas (cp. Ap. 14:8; 16:19; 17:1-18; 18:1-24; 19:1-3).