= «depresión».
José Caifás fue designado sumo sacerdote por el gobernador Valerio Grato en el año 18 d.C., y permaneció en este cargo hasta el año 36 d.C., cuando fue depuesto por el procónsul Vitelio. Fue él quien pronunció las proféticas palabras de que más valía que un hombre muriera por toda la nación, que no que pereciera la nación entera, pero sin darse cuenta del verdadero significado de sus palabras (Jn. 11:50, 51). Presidió el juicio del Señor Jesús (Mt. 26:3, 57; Lc. 3:2; Jn. 11:49; 18:13, 28), y estaba presente cuando Pedro y Juan comparecieron ante el Sanedrín (Hch. 4:6).