Se mencionan sólo unas cuantas cartas en el Antiguo Testamento. (Véanse 2 S.11:14; Esd. 4:8.)
Eran llevadas a su destino por amigos, mensajeros especiales o correos reales (Jer. 29:3; 2 Cr. 30:6; Est. 8:10).
Las cartas se escribían en un rollo de papiro o de pergamino, pegado en la última vuelta y sellado (1 R. 21:8). Enviar una carta abierta era signo de desprecio (Neh. 6:54).
(Véanse EPÍSTOLAS).