(arameo «piedra»). Equivale a Petros o Pedro.
Sobrenombre puesto por Cristo a Simón, hijo de Jonás (Jn. 1:42).
La «roca» sobre la cual Nuestro Señor dijo que edificaría su Iglesia no es Pedro, el hombre, sino la confesión de fe que éste hizo (Mt. 16:16-18). (Véase PEDRO).