Estimado como impuro por la ley de Moisés (Lv. 11:7; Dt. 14:8).
Animal omnívoro, consume cualquier basura y estiércol. En los climas cálidos se afirma que la carne de cerdo provoca enfermedades cutáneas. Los judíos consideraban que la carne de cerdo era abominación. Este animal les simbolizaba la impureza y la villanía (Pr. 11:22; Mt. 7:6; 2 P. 2:22). Guardar cerdos era a los ojos de los judíos la ocupación más menospreciable (Lc. 15:15).
Los israelitas apóstatas comían de la carne de cerdo durante sus fiestas idólatras (Is. 65:4; 66:17).
Antíoco Epifanes ordenó a los judíos que ofrecieran cerdos en sacrificio y que comieran su carne. De esta manera quería descubrir quiénes eran los judíos fieles y los indiferentes, dispuestos a aceptar la religión de los conquistadores (1 Mac. 1:47, 50; 2 Mac. 6:18, 21; 7:1, 7).
Numerosos judíos se dedicaron a seguir las costumbres griegas y, posteriormente, Juan Hircano tuvo que prohibir la cría de cerdos.
Cristo encontró, en el país de Gadara, un gran hato de cerdos que pastaban (Mr. 5:11-13). No tenemos razones para suponer que los dueños de estos hatos fueran judíos, puesto que en esta región había colonias griegas; el hijo pródigo estuvo guardando cerdos en un país lejano (Lc. 15:13).