Los egipcios empleaban sustancias minerales colorantes, los caldeos los empleaban para colorear los ladrillos y los hebreos pintaban pieles (Éx. 25:5) y tejían telas con hilos de varios colores (Éx. 27:16).
Los colores tienen cierto simbolismo:
el blanco es emblema de pureza (Mr. 16:5; Ap. 3:4; 19:11) y de gozo (Ec. 9:8). El caballo blanco significa la victoria en Ap. 6:2,
y el negro hambre (Ap. 6:5, 6).
El color rojo generalmente tipifica sangre, guerra y matanza (Ap. 6:4).
El azul es el conocido color del cielo;
y el púrpura era usado por los ricos y los reyes (Jue. 8:26; Est. 8:15; Lc. 16:19).