Este adjetivo, a veces substantivado, es la traducción de varias palabras griegas y hebreas y se usa tanto en sentido positivo como con un contenido peyorativo.
Generalmente quiere decir simplemente «profano», «ordinario» o «inmundo» (2 S. 21:5). Otras veces tiene el sentido que la palabra posee en castellano, es decir, designa lo que es de uso general; así, a la lengua griega (en la cual está escrito el Nuevo Testamento) se la llamaba común porque era la que hablaban todos. También se hablaba de la gente común, o sea, normal y corriente (2 R. 25:11).