Los israelitas se servían, para matar animales, o para despedazarlos, de un cuchillo cuyo nombre hebreo denota un instrumento para preparar la comida (Gn. 22:6; Jue. 19:29; cp. Lv. 8:20; 9:13).
Otro nombre sinónimo de espada designa al cuchillo de sílex (Jos. 5:2) y quizás a la navaja de barbero (Ez. 5:1).
Los escribas cortaban la punta de su estilo con un cortaplumas (Jer. 36:23).
Los egipcios empleaban un cuchillo de piedra para abrir los cadáveres que embalsamaban (Herodoto 2:86).