(heb. «metsach»; gr. «metõpon»),
Se usa como símbolo de un carácter manifiesto.
Israel, en su apostasía, es descrito como teniendo una frente de ramera, y rehusando avergonzarse (Jer. 3:3).
La frente de Ezequiel fue endurecida como el diamante, debido a la dureza de la frente de Israel, con quienes tuvo que enfrentarse (Ez. 3:8, 9).
Aarón llevaba una mitra de oro sobre la frente, sobre la que iba grabada la frase: «Santidad a Jehová», a fin de llevar las faltas cometidas en todas las cosas santas que ofrecieran los hijos de Israel (Éx. 28:36-38).
Dios puso una marca sobre la frente de aquellos que lloraban las abominaciones que se hacían en Jerusalén; el resto de sus moradores morirían (Ez. 9:4, 6).
En el futuro, los siervos de Dios tendrán su señal en sus frentes.
También Satanás impondrá a sus seguidores su marca en la frente o en la mano derecha. Todos tendrán que manifestar entonces a quién siguen (Ap. 7:3; 9:4; 13:16; 14:1, 9; 17:5; 20:4).