El hilado era una actividad reservada a las mujeres (Éx. 35:25).
No se conocía la rueca, por lo que se ponía el copo de fibra en una asta, y ésta se clavaba en el suelo, o se sostenía debajo del brazo, mientras con una mano se sostenía el huso, que se iba girando, y se daba torsión a la fibra que se hilaba, bien lana o lino.