Enfermedad provocada por una excesiva exposición al ardiente sol de verano, especialmente en las horas de mediodía.
Produce una postración extrema. La piel se seca, y el paciente siente náuseas al principio, cayendo después en la inconsciencia; por lo general, en este estadio es muy difícil la recuperación, y sobreviene la muerte.
En 2 R. 4:18-35 se relata la historia de la muerte por insolación del hijo de la sunamita y su resurrección por Eliseo.
En Is. 49:10 Dios promete proteger de este mal a los liberados de Sión.
Hay otras menciones más, entre ellas Sal. 121:6; Ap. 7:16, cfr. Jon. 4:5-8.