Era un hombre «justo». Al ver el estado grávido de María sospechó, naturalmente, que le había sido infiel, y decidió repudiarla secretamente sin causar ningún escándalo público (Mt. 1:18, 19). Al revelarle un ángel la verdadera razón, fue obediente a las instrucciones que recibió de Dios en cuanto a su esposa (Mt. 1:20) y en la misión de proteger al niño Jesús. Era de la casa y linaje de David, dándose su genealogía en Mt. 1-y quizá también en Lc. 3. (Véase GENEALOGÍA (de Jesús)). La visita a Jerusalén cuando el Señor tenía doce años de edad es el último incidente en el que aparece. Recibe en una ocasión el apelativo de «el carpintero» (Mt. 13:55), como también lo fue el Señor (Mr. 6:3). Era la costumbre que todos los judíos aprendieran un oficio (Mt. 1:16-25; 2:13, 19; Lc. 1:27; 2:4-43; 3:23; 4:22; Jn. 1:45; 6:42). (Véanse JESUCRISTO, MARÍA.)
Circula una apócrifa Historia de José el Carpintero, que data del siglo IV o V d.C.; originalmente redactada en copto, fue conservada en árabe. Se conocen traducciones al inglés, francés y alemán. Fue usado por una secta monofisita copta que glorificaba a José.