Registro de personas como vivientes.
Uno de ellos (también llamado simplemente el libro de Dios), puede ser un libro de aquellos que sólo tienen nombre porque viven, y por ello del que los nombres pueden ser borrados (Éx. 32:32, 33; Sal. 69:28; Ap. 3:5; 22:19).
Otro de ellos es el libro de los salvos, del que ninguno será borrado (Fil. 4:3; Ap. 13:8; 17:8; 20:12, 15; 21:27).
Un tercero (llamado simplemente «el libro») contiene los nombres del remanente de Israel (Dn. 12:1).