La Biblia, además de ser la palabra de Dios al hombre, constituye una magnífica colección de literatura de diversas épocas y géneros. Desde la épica hasta el poema de amor, desde la literatura sapiencial al género epistolar, desde los himnos de Israel hasta los diversos estilos proféticos, en poesía o en prosa, la Biblia es el monumento literario que narra, en multiforme manera, la historia de los tratos de Dios con los hombres y su revelación en Cristo, profética y tipológicamente, así como el cumplimiento de lo anterior, a lo largo de fascinantes pasajes, que van desde «el huracán, el incendio y el terremoto» hasta el «silbo apacible y delicado» (cfr. 1 R. 19:12). Desarrolla el drama de la humanidad y la historia del amor de Dios en busca del hombre caído; halla su cumbre de sublimidad en las pinceladas con las que retrata la vida y la obra de Cristo, su pasión y muerte; presenta su fondo más arcano en Daniel y Apocalipsis, que nos revelan los propósitos de Dios en la futura consumación. Desde la más exaltada alabanza a las más profundas lamentaciones; desde el más bello poema de amor, a la más sobria prosa histórica, la Biblia es la prueba patente de la utilización que el Creador del lenguaje ha sabido hacer de él para comunicar su mente, intenciones, designio salvador y amante al hombre. (Véanse EXÉGESIS, HERMENÉUTICA, EPÍSTOLAS, LENGUAJE FIGURADO, POESÍA, PROFECÍA, etc.)


Elija otra letra: