(gr.: «verbo, palabra viva»).

Una designación del Señor Jesús empleada por Juan en el preámbulo de su Evangelio, y mencionada en Lc. 1:2. Este término, que aparece constantemente en el NT, y se traduce «palabra, dicho, discurso», se traduce en las diferentes revisiones de RV como «Verbo» en los pasajes a los que se refiere al Señor Jesucristo.

(a) Su existencia eterna: «En el principio era el Verbo»; «todas las cosas por él fueron hechas» (Jn. 1:1, 3).

(b) Su deidad esencial: «El Verbo era Dios.»

(c) Su personalidad propia: «El Verbo era con Dios» (Jn. 1:1).

Como «Logos», el Señor Jesús es la sustancia y expresión de la mente de Dios con respecto al hombre; y el término cubre lo que fue en la tierra para el hombre: vida, luz y amor, cfr. también Ap. 19:13.

El «logos» denota aquello que es «inteligente e inteligible». El mismo término gr. (traducido «la palabra») se usa para expresar las Escrituras y la verdad proclamada (Hch. 16:6; 17:11; Gá. 6:6; Fil. 1:14; 1 Ts. 1:6; 1 P. 2:2, 8; 3:1; 2 P. 3:7; 1 Jn. 2:7; Ap. 3:8).

Bibliografía:

Para un estudio a fondo de la doctrina del «Logos» se recomiendan las siguientes obras:

Carballosa, E. L.: «La deidad de Cristo» (Pub. Portavoz Evangélico, Barcelona, 1982);

Flores, J.: »El Hijo Eterno» (Clíe, Terrassa, 1983);

Lacueva, F.: «La Persona y la Obra de Jesucristo» (Clíe, Terrassa, 1979).

(Véanse también ENCARNACIÓN, GNOSTICISMO, JESUCRISTO, etc.)


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