Demente que tiene momentos de lucidez. (El término gr. procede de «Selênê», luna; el castellano procede del latín «luna».).
Se creía que la luz y las fases de la luna influenciaban esta enfermedad. Los lunáticos se distinguen de los endemoniados (Mt. 4:24), por cuanto su trastorno tiene causas diferentes, en tanto que la posesión demoníaca puede también provocar demencia (Mt. 17:15; cfr. Mr. 9:17). Estos dos pasajes describen un estado semejante a la sintomatología de la epilepsia: crisis periódicas agudas, pérdida de la consciencia, convulsiones.