En las Escrituras hebreas se encuentra en la tercera división, la de los hagiógrafos, inmediatamente después de Esdras y antes de Crónicas. En el canon judío, los libros de Esdras y de Nehemías forman una unidad.
(a) Contenido.
Nehemías, informado del estado en que se halla Jerusalén (Neh. 1), obtiene de Artajerjes, rey de Persia, permiso para irse allí por un tiempo como delegado del monarca (Neh. 2; cfr. Neh. 2:6). A su llegada pone al pueblo a reconstruir las fortificaciones (Neh. 2:17). Los nombres de los obreros voluntarios quedan registrados en el capítulo 3. El gobernador se ve obligado a armarlos, a causa de la oposición de los samaritanos (Neh. 4), y reprime la codicia de algunos judíos que oprimían a sus compatriotas pobres (Neh. 5). Acaba la restauración de las fortificaciones, a pesar de las maniobras de intimidación de Sanbalat y de Tobías y de la ayuda secreta que les prestaban los nobles de Judá (Neh. 6). A continuación, Nehemías intenta aumentar la población de Jerusalén, que puede dar cabida a muchas más personas de las que cobija (Neh. 7:4). Reúne a los nobles y a los príncipes del pueblo:
(A) para efectuar un censo y examinar sus genealogías,
(B) para designar quiénes tendrán que venir a vivir en Jerusalén.
Nehemías se sirve del registro genealógico de los que habían venido en primer lugar con Zorobabel (Neh. 7:6-73), que es la lista que figura en Esd. 2. Antes de acabar el censo, todos acuden a Jerusalén para celebrar la fiesta del séptimo mes (que se corresponde con sept./oct.) y que señala el año nuevo. Se demanda que la Ley sea leída; al saber que se debe morar durante ocho días bajo cabañas hechas de enramadas, decide que esta prescripción debe ser cumplida (Neh. 8). A continuación, los israelitas observan un día solemne, confesando sus pecados, particularmente los matrimonios mixtos (Neh. 9). Se comprometen, fijando sus sellos a un pacto, a obedecer la Ley de Dios y a no unirse con los paganos. El capítulo 10 cita los nombres de los que suscriben este pacto. Se reanuda el censo y se resuelve la cuestión de la repoblación de Jerusalén mediante el método de echar suertes: uno de cada diez de los moradores de Judea queda obligado a acudir a Jerusalén para vivir allí junto con los príncipes (Neh. 11:1, 2). La lista de las familias de Jerusalén se halla en Neh. 11:3-24. Los nombres de los sacerdotes y de los levitas que volvieron en primer lugar junto con Zorobabel figura en Neh. 12:1-9. En los versículos 10 y 11 aparecen los nombres de los sumos sacerdotes desde Jesúa (Josué, cfr. Zac. 3) y Jadúa. Los versículos 12-21 enumeran los jefes de las familias sacerdotales de la generación posterior a la del retorno del exilio. Los jefes de los levitas de la misma época y algo posterior figuran en los versículos 22-26. El versículo 27 y ss. hablan de la fiesta de la dedicación de las murallas. Durante la ausencia del reformador, vuelto a la corte de Persia, se producen abusos: no se dan a los levitas las porciones a las que tienen derecho (Neh. 13:10); se han hecho componendas, en lugar de observar los sábados de una manera estricta (Neh. 13:15); no se ha renunciado totalmente a los matrimonios mixtos (Neh. 13:23). Al volver, Nehemías rectifica todos los desórdenes.
(b) Autor del libro.
El título atribuye este escrito a Nehemías (Neh. 1:1). Además, el gobernador de Judea usa siempre la primera persona excepto cuando:
(A) cita documentos de estado y sus registros (Neh. 10:1; 12:26);
(B) cuando, exponiendo la obra religiosa de Esdras, menciona la presencia de Nehemías, gobernador civil, y de otras autoridades (Neh. 8:9);
(C) cuando habla de su época, después de haber hecho alusión a los tiempos de David, de Asaf y de Zorobabel (Neh. 12:47). En este pasaje es de más buen gusto el empleo de la tercera persona que el de la primera, porque se trata de dones hechos por Nehemías. Además, esa sección trata retrospectivamente, después del retorno de Nehemías a la corte de Persia, lo que sucedió durante los doce años de su anterior administración.
(c) Crítica.
Ciertos críticos estiman que el libro de Nehemías sería la obra de un cronista posterior que habría escrito 1 y 2 Crónicas y Esdras y Nehemías hacia el año 330 a.C., esto es, mucho tiempo después de la época de estos personajes. Sin embargo, ésta es una postura carente de base. Es una postura mucho más sólida situar la redacción de Nehemías hacia la segunda mitad del siglo V a.C. Los críticos discuten también acerca de si el libro de Esdras precedió o si fue posterior al libro de Nehemías. Por cuanto la tradición judía y el título del libro reconocen a Nehemías como autor, se puede admitir que la sección que va de Neh. 1:1 a 7:5 (escrita en primera persona) constituye un extracto de sus memorias; parece evidente que ha sido puesto en el libro sin ningún tipo de cambios. Otros fragmentos de sus mismas memorias se hallan en Neh. 11:1-2; 12:27-43; 13:4-31. La obra contiene asimismo documentos anteriores que han sido incorporados en el texto del autor (p. ej., Neh. 7:6-73 a). El resto del libro está basado en documentos y fuentes históricas.
El título de Tirshatha que se le da a Nehemías (Neh. 8:9; 10:1, cfr. V.M., margen) es el exacto término persa para «gobernador». (Véanse CRÓNICAS, ESDRAS.)
Bibliografía:
Cundall, A. E.: «Nehemías», en Nuevo Comentario Bíblico (Casa Bautista de Publicaciones, El Paso, 1977);
Darby, J. N.: «Nehemiah», en Synopsis of the Books of the Bible (Bibles and Publications, Montreal, reimpr. 1970);
Kelly, W.: «Ezra and Nehemiah» (Bible Truth Publishers, Oak Park, Illinois 1921/reimpr. s/f);
Whitcomb, J. C.: «Nehemías», en Comentario Moody del Antiguo Testamento (Pub. Portavoz Evangélico, Grand Rapids, 1993).