(gr. «vuelto a borrar»).
Debido al alto coste de la piel para la preparación de pergaminos, se aprovechaban frecuentemente pergaminos ya utilizados, raspándolos y puliéndolos, con lo que podía volver a escribirse sobre ellos. Mediante métodos químicos se puede en la actualidad leer la escritura superficialmente borrada.
Se conocen varios palimpsestos, el más famoso de los cuales es el «Codex Ephraemi» (véase MANUSCRITOS BÍBLICOS).