(también «Pergumum», o «Pergamos»).
La ciudad más importante de Misia, a 5 Km. al norte del río Caicos, y a 24 Km. del mar Egeo. Había sido la capital de un opulento reino, muchos de cuyos reyes llevaron el nombre de Atalo. El primero de esta dinastía, Atalo I, accedió al trono en el año 241 a.C. Rechazó a las hordas invasoras galas, que se establecieron finalmente en el territorio que desde entonces recibe el nombre de Galacia. Eumeno, su hijo, lo sucedió en el año 197 a.C., embelleció Pérgamo, y creó una célebre biblioteca, la segunda en importancia después de la de Alejandría. Atalo III murió el año 133 a.C., después de haber legado sus bienes a los romanos y acordado la independencia de Pérgamo y de sus alrededores. Los romanos se apoderaron de la ciudad, y pasaron aquel reino a provincia de Asia (129-126 a.C.), de la que vino a ser capital la ciudad de Pérgamo. En el año 6 a.C., el procónsul, gobernador de la provincia bajo el Imperio, mudó su residencia a Éfeso. Marco Antonio donó a Cleopatra los 200.000 volúmenes de la biblioteca de Pérgamo que fueron a engrosar la de Alejandría.
La acrópolis de Pérgamo se levantaba sobre una escarpada colina, a 304 m. por encima de la llanura. Cerca de la cumbre se levantaba un monumental altar que había elevado Eumeno II para conmemorar la victoria de su padre sobre los galos. Cerca de este altar se hallaba un templo dedicado a Atenea. En la época romana se edificó sobre la acrópolis un templo consagrado a Augusto. En el exterior de la ciudad se hallaba el célebre santuario de Asklepios (Esculapio), dios de la medicina, que atraía a las multitudes.
El pergamino (lat. «pergamena»; gr. «pergamênê») recibe el nombre de esta ciudad (véase PERGAMINO).
Pérgamo es la tercera de las siete iglesias de Asia. En Apocalipsis dice que allí se hallaba el «trono de Satanás».
Antipas, un cristiano fiel, sufrió el martirio en esta ciudadela del paganismo (Ap. 1:11; 2:12-17).
En la actualidad esta ciudad se llama Bergama.