(heb. «mezuza»).
Maderos a los que se aseguraban las puertas (1 R. 6:33). A veces había una columna de piedra en lugar de un madero.
El esclavo hebreo que quisiera permanecer a perpetuidad con su amo al llegar el año sabático se hacía traspasar el oído contra el poste con una lezna (Éx. 21:6; Dt. 15:17).
Los judíos ortodoxos ponían un trozo de pergamino llamado «mezuza» (montante de la puerta), donde estaban escritos, en veintidós líneas, Dt. 6:4-9 y 11:13-21. Los ponían dentro de una cajita de madera, de metal o de vidrio y la fijaban en el poste, como lo ordenan estos pasajes.