Esta expresión, que aparece en Jer. 7:22; 44:17-25, parece hacer referencia a la luna, adorada bajo la forma de Astarté, a la que se le ofrecía un culto sumamente inmoral y degradante. En todo caso, es evidente que se trataba de ritos relacionados con la adoración a los astros (véanse EJÉRCITO DEL CIELO, LUNA, DIVINIDADES PAGANAS, IDOLATRÍA, ÍDOLO, etc.).